
En cuanto al proceso administrativo Marchabalo comentó que “se notificó a los adjudicatarios, a quienes se les había entregado la casa en septiembre del año pasado, concurrieron y estuvieron reunidos con nosotros, nos explicaron que no habían podido ocupar la casa porque habían encontrado un trabajo en Treinta de Agosto; entendieron la situación y que había un listado de suplentes que tenían tantas necesidades como ellos y después de un buen diálogo, esto derivó en la desadjudicación de la vivienda que quedó plasmado en un decreto que luego derivó en otro decreto de adjudicación”.
Por lo tanto “desde la semana pasada el nuevo adjudicatario ya está ocupando la casa con sus tres hijos”, dijo Marchabalo, quien destacó “la actitud que tuvieron los vecinos que resultaron desadjudicados porque entendieron la situación y accedieron a que esto fuera posible sin mayores inconvenientes”.
En el momento de la entrega del plan de viviendas en cuestión se confeccionaron tres listados de suplentes (A, B y C). La casa que se desadjudicó correspondía al grupo B con lo cual el nuevo beneficiario corresponde al mismo grupo B de suplentes.
Marchabalo recordó que “el año pasado, cuando desde Desarrollo Humano se hizo la convocatoria, tuvimos una inscripción de 2.500 familias que luego de la depuración de esa lista nos quedaron alrededor de 1.600 y esas fueron a un sorteo público que se realizó por la Televisión Pública; en ese momento obtuvimos los listados de titulares y también de suplentes para cada una de las tres categorías”.
En este sentido señaló que “hay gente que está esperando y hay familias que necesitan una vivienda y no podemos de ninguna manera y bajo ningún punto de vista permitir que haya viviendas sociales desocupadas; la idea de la vivienda social es justamente dar respuesta a una necesidad y si esta necesidad no es tal porque no se está aprovechando, rápidamente tenemos que responder para darle la posibilidad a otro grupo familiar que la está esperando”.